28 de noviembre de 2017

Festival de Mar del Plata 2017. 3ª nota

Un director a descubrir: Zelimir Zilnik

Josefina Sartora


Francamente, antes del Festival no conocía la cinematografía del serbio Zelimir Zilnik (1942). El Festival me dio la oportunidad de asomarme a sus películas, por lo menos en una mínima medida, pues es muy prolífico. Formado durante la época de Tito –que uno de sus personajes señala como la mejor de la entonces Yugoslavia- hoy vive en Serbia. Zilnik realiza un cine único, personalísmo, imposible de encasillar. Documental sobre la evolución social y política de su país y de Europa, docu-ficción con personajes de este período, cine de revueltas políticas y liberaciones sexuales, el abanico es amplio.


Desde Early Days (1969), que ganó el Oso de Oro en Berlín, se ha revelado como un realizador contestatario. Esa opera prima acompaña un grupo de jóvenes anarquistas, disconformes con el giro reaccionario que ha tomado su país, decididos a llevar el socialismo a fondo, y concientizar a la clase trabajadora. Muy deudora del mayo francés y la nouvelle vague, presenta la liberación sexual como parte de una conducta revolucionaria. Discontinua, extrema, con humor negro y pesimista frente a un pueblo indiferente a su propio destino, sufrió la censura en Yugoslavia. Pero abrió una nueva opción para el cine del Este, con la corriente que se llamó la Ola Negra.

Siempre interesado en reflejar la evoución social y política de su país, en Throwing Off the Yolks of Bondage (1996) registra las protestas populares contra Milosevic tras una elección fraudulenta. Masas en las calles, cine de emergencia muy cercano a la genial Maidan de Sergei Loznitsa.


Zilnik ama encontrar personajes y ponerlos en sus films: un músico fanático de Ella Fitzgerald y su piano, que debe trasladar sin destino, es el protagonista de su corto For Ella. Pero la protagonista absoluta de esta retrospectiva fue Pirika, una chica de la calle cuando filmó Early Days a quien le dio un rol muy secundario, con una breve aparición. Más de 40 años después se reencuentran durante una retrospectiva en Berlín, y Zilnik rueda un documental sobre esta mujer: Pirika on Film (2003). Un film íntimo, retrato de una mujer con un denso pasado y conflitivo presente, al igual que el de su hija. Con delicada sutileza penetra en la interioridad y los conflictos de esas dos mujeres que hace años no se encontraban, al tiempo que sigue registrando la actualidad de su país.


Marble Ass (1995) en cambio es un film muy osado que muestra un mundo marginal de personajes controvertidos: mafiosos que han participado de la guerra y hoy libran guerras domésticas, personales, mezclados con dos travestis protagonistas, que cuidan su cuerpo y se ganan la vida con él. Una improbable camaradería se establece entre todos estos miembros de una sociedad en evidente estado de crisis, una galería de personajes marginados entre los que Zilnik rescata con benevolencia a esos seres que viven por y para el amor.
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